"El Teatro nace cuando el ser humano descubre que puede observarse a sí mismo y a partir de ese descubrimiento empieza a encontrar nuevas maneras de obrar"

                                                                    Augusto Boal (actor, escritor, dramaturgo y creador del Teatro del Oprimido)

Sí, es cierto… cuando jugamos a “hacer teatro” ocurre algo mágico porque al mismo tiempo que jugamos a representar, nos vemos actuar, sabemos qué sentimos y cómo expresamos ese sentimiento. ¡Esa cualidad la tenemos solo los humanos y es de una riqueza y potencial extraordinario!

Como actriz me gusta especialmente la parte del entrenamiento actoral que tiene más que ver con conocer, desarrollar y afinar las cualidades propias que con interpretar una escena determinada. Me sirve para todas las facetas de mi vida, no solo para el escenario. Así que todos mis Talleres tienen una parte dedicada a este entrenamiento que abarca cuerpo y mente.

Los ejercicios y juegos teatrales son muy útiles para recrear una escena o situación conflictiva que hemos vivido o como es una relación determinada y la Gestalt es muy práctica para ayudarnos a "desenredar la madeja" de sentimientos confusos con que normalmente vivimos las situaciones o relaciones conflictivas.

Nos ayuda a ver con claridad "la escena" o situación conflictiva: lo que ocurre en ella, como nos comportamos, y como nos sentimos con todo ello. Esto nos permite aprender a equilibrar nuestras emociones y descubrir nuevas formas de relacionarnos con la situación desde la comprensión y el nuevo equilibrio encontrado.

Nos ayuda a entendernos y a encontrar maneras más útiles y armoniosas de como vivir y manejar la situación.

Nos ayuda a tomar decisiones, a ver con más claridad en la oscuridad.

El teatro terapéutico nos permite:

. Obtener un mayor conocimiento y aceptación de la persona sobre sí mismo

. Aumentar las habilidades expresivas, tanto emocionales como artísticas

. Desarrollar nuestra capacidad para enfocar asuntos problemáticos y conflictos relacionales

. Aumenta la autoestima y la espontaneidad

. Nos capacitamos para relacionarnos en el “escenario de la vida” de una manera más espontánea y creativa

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